Empezamos el año 2020 y seguimos hablando de construcción sostenible. No queda otra en estos tiempos la sostenibilidad es una de las directrices que deben guiar todos los proyectos del ser humano. Sin duda la decisión de tener una casa y construirla es de las más importantes del ser humano. Desde la perspectiva de la sostenibilidad una casa prefabricada de Modular Home es sin duda todo un acierto. Las ventajas de la construcción sostenible en general son muchas, en concreto nuestro sistema tiene muchas ventajas. De ellas hemos hablado y seguiremos haciéndolo en el Blog. Hoy hablamos del concepto de construcción sostenible más general.
Ventajas de la construcción sostenible
Hay quien apunta a la planificación más laboriosa como una des-ventaja de la construcción sostenible. No estamos para nada de acuerdo. Es más creemos que es una de las ventajas de la construcción sostenible. No es mucho más complejo, lo cierto es que da más trabajo. Pues se debe pensar como encajar muchas variables en el proyecto. Son cuestiones que quizás se habían olvidado en una época de la construcción más cercana. Factores como la iluminación natural, la ventilación de los espacios, e incluso el uso de los recursos eléctricos e hídricos.
Las ventajas de la construcción sostenible se condensan en ahorro de costes. Costes tanto en la construcción como en el posterior mantenimiento de los edificios. Y por supuesto durante su vida útil el ahorro de costes para los usuarios. Cuando aplicamos criterios sostenibles al proceso constructivo incidimos en el mayor control de costes. No se trata solo de hacer edificios «amables con el medio ambiente». Adaptar los procesos a las necesidades de las personas, así como a los recursos del entorno, son a la larga una política activa de reducción de costes. Sin duda este modelo de construcción tiene en los procesos industrializados su mejor aliado. No en vano la construcción tradicional se torna como un modelo insostenible en el tiempo.
Los criterios de la construcción sostenible
Bajo qué parámetros se puede pensar en una construcción realmente sostenible. En qué nos debemos fijar, cuáles son los criterios mínimos sobre los que trabajar. Lo primero de todo es marcarse objetivos realistas. Que esos objetivos y los procesos para conseguirlos sean medibles y por tanto analizables. Ese análisis debe prolongarse más allá del proceso de construcción. Abarcando la vida útil de la edificación.
Están admitidos mayoritariamente cinco criterios básicos en la construcción sostenible:
- la aportación del edificio al cambio climático,
- la variación del ciclo natural del agua,
- el grado de ocupación del territorio donde edificamos,
- la calidad de los espacios habitables de la edificación,
- y la modificación del ciclo de los materiales.
Cómo poner en marcha la construcción sostenible
Teniendo claros los criterios mínimos para una construcción sostenible llega el momento de la acción. Debemos llevar al terreno las ideas de nuestro proyecto sostenible. Para ello seguiremos una serie de parámetros que ayuden a la consecución de los objetivos marcados. Procederemos a realizar estudios geo-biologicos, no basta ya con conocer la calidad y composición del terreno donde se construye. Desde una correcta integración del edificio en el ambiente físico. Pasando por un uso racional del terreno disponible, no edificando más allá de lo necesario. En el proceso constructivo deberemos prevenir las emisiones tóxicas. Y lo que es evidente no se pondrá en riesgo la conservación de zonas o áreas naturales cobijo de la biodiversidad.
El edificio sostenible…
Una gran pregunta es ¿cómo es un edificio sostenible? Lo cierto es que la respuesta no es nada sencilla. Por motivos obvios vamos a intentar ser lo más concretos posibles. Un edificio sostenible debe cuidar los materiales con los que se construye. Empezando por que sean «bajos en carbono». Qué significa ésto, sencillo debemos intentar que la huella de carbono sea la menor posible. En el transporte de los materiales y por supuesto en la fabricación de los mismos. En ocasiones la mayor huella de carbono la produce el transporte. Es por ello que se debe racionalizar el mismo, por supuesto sería genial un transporte ecológico, pero bastante será si optimizamos el transporte.
En cuanto al diseño de un edificio sostenible debe conseguir el aprovechamiento de la luz solar. Evidentemente para ser sostenible la reducción de costes de calefacción y electricidad es la mejor baza. Siguiendo con el «sol» aprovechar la energía solar por medio de la instalación de paneles para captar la misma es una gran inversión. Diseñar elementos que permitan al edificio reutilizar un bien tan escaso como el agua. Recogida del agua de lluvia, reutilizar aguas residuales… Y qué decir del uso de materiales reciclados como parte de los acabados del edificio sostenible.