Sea como sea, por razones más o menos claras, lo cierto es que conceptos como sostenible, ecológico o sustentabilidad están de moda. Que es una moda con razón de ser es evidente por los datos que tenemos. Si lo es de forma pasajera o no ya es otro cantar. Pero ya no nos sorprende por ejemplo el anuncio de coches de alta gama vendiendo su 100% eléctrico. Hay un cambio de paradigma y por ello aparecen mitos y fakes entorno a ello. Por eso no nos sorprenden las falsos mitos de la construcción sostenible. Era algo previsible y ya los tenemos aquí. La arquitectura sostenible es sin duda la base de la construcción sostenible.
Falsos mitos de la construcción sostenible
La moda de usar esos conceptos relacionados con el cuidado del medio ambiente ha llegado hasta el mundo de la cocina. Ya nos aconsejan recetas de platos ecológicos y/o sostenibles. Usar productos que vengan de la agricultura ecológica o de la industria cárnica sustentable. Cuando se nos bombardea constantemente con estos conceptos oímos hablar de construcción sostenible y pensamos en aldeas ecológicas, cubiertas verdes en los edificios o jardines verticales en las fachadas. Lo cierto es que hemos pasado del genero de ciencia ficción al de la ecología ficción. Este tipo de construcción no tiene que ver con todas estas cuestiones, ni mucho menos.
De qué va la construcción sostenible
Lo cierto es que la construcción sostenible tiene que ver con los procesos de fabricación. Procesos en los que además de un ahorro de energía se optimice el uso de las materias primas. Sin gastar o desaprovechar más recursos de los necesarios. Con el uso de materiales fácilmente reciclables. Que las edificaciones resultantes optimicen el uso de la energía y disminuya por tanto la huela de carbono de las mismas. Y en torno a esta realidad, tan necesaria, crecen los falsos mitos. Algunos de ellos los vamos a intentar desmontar poco a poco a continuación. Contra lo fake o los mitos, nada mejor que la información y la transparencia.
Mayor tiempo de construcción
Es hablar de este nuevo concepto de construcción y los detractores nos lanzaran el mito del mayor tiempo de construcción. «Para conseguir edificios sostenibles se precisa de más plazo de ejecución, y eso todos sabemos que es mayor coste…» Bueno, quien así se expresa conoce muy poco de lo que habla. O bien tiene intereses en otras formas de construcción, tan legitimas como la nuestra ojo. La demostración de que esto no es así la tenemos en nuestro modelo de construcción modular como apuesta sostenible. Nuestros edificios pueden llegar a requerir hasta un 40% menos de plazo de ejecución respecto de otras soluciones.
La calidad y el coste de las obras
Otros falsos mitos relacionados con la construcción sostenible tienen que ver con la calidad de materiales y el coste de las obras. Muchos de sus detractores pueden objetar que no se cumple con el estándar de calidad requerido. Es una falsedad pues todos los materiales precisan del mismo grado de certificación que en otras soluciones constructivas. Los materiales son homologables en criterios técnicos y de seguridad que el resto.
Un dato erróneo que se usa para atacar esta construcción es el coste de la misma. Se tiende a asimilar que el coste es mucho mayor que para otras soluciones. Como si el uso de materiales y procedimientos más respetuosos con el medio ambiente precisarán de mayores inversiones. Los datos utilizados no tienen en cuenta el valor total del metro cuadrado construido. Se obvia este dato que refutaría en la totalidad este argumento.
Sostenible es igual que ecológica
Sin duda uno de los mitos más extendidos y además como no falso. Se trata de una forma de «simplificar» una realidad más compleja. La construcción sostenible no tiene que ver con la construcción ecológica. De hecho la construcción ecológica sería por así decirlo un factor incluido dentro de la sostenible. Cuando hablamos de un desarrollo sostenible en cualquier orden de la vida nos referimos a algo que busca equilibrio entre el beneficio de la sociedad, del sistema económico y por supuesto del medio ambiente. Así las cosas la ecología sería uno de los tres frentes que intenta equilibrar un desarrollo sostenible. Como podemos entender algo más complejo que un sistema que solo se fija en uno de los tres frentes.