Cuando estamos pensando nuestra casa cada uno tenemos en mente cómo puede ser cada estancia. Del mismo modo que pensamos en la fachada de nuestra casa o en la cubierta, pensamos en el diseño de cocinas, de salones o de baños. Lo cierto es que casi todo está ya inventado pero no podemos dejar de pensar en aquello que está de moda. Nos sirve para tener ideas conocer las tendencias en el diseño de cocinas por ejemplo. Nuestras casas prefabricadas son totalmente personales y en ocasiones la cocina es parte esencial de la personalización. Hoy hablamos de tendencias en el diseño de cocinas.
Diseño de cocinas, cocinas modernas
Sin lugar a dudas si en diseño algo se adapta velozmente a los cambios son las cocinas. Las cocinas son el mejor ejemplo de modernidad actualmente. Tanto por los utensilios que se usan en las mismas, como por los materiales y diseño de estas estancias. Lo que no ha cambiado es que las cocinas siguen siendo ese lugar por excelencia de reunión de la familia. Por ello acertar con su diseño y programación es muy necesario. La clave puede estar pues tanto en los muebles elegidos como en la distribución de la cocina.
Distribuyendo las cocinas
Si pensamos cómo debe ser la cocina pensamos en la amplitud. En una estancia bien iluminada y en la que impere el orden. Si hablamos de distribución nos encontramos ante muy diferentes variables. Las cocinas conformadas en forma de U, en forma de L. Una cocina en un solo frente o en línea. Cocinas con dos frentes, líneas paralelas. Las cocinas con isla. Y partiendo de estas posibilidades infinidad de combinaciones, dependiendo del espacio disponible.
Posibles soluciones a casos concretos
En espacios de gran amplitud sin duda la cocina con isla es una gran opción. Esa isla puede tener diferentes usos. O bien la zona de trabajo, preparación y cocción. Limpieza de herramientas de cocina. O una zona auxiliar de preparación de platos, zona de desayuno, etc. La posibilidad de dotar a ese espacio de armarios, cajones o estantes, nos ayudará a mantener el orden en la cocina.
En estancias muy cuadradas la cocina en forma de U se muestra la más eficaz. Estamos ante una solución muy funcional y práctica. Dependiendo de las dimensiones y puntos de consumo, dividiremos las zonas de trabajo. Si nuestra estancia es de reducidas dimensiones la forma en L para aprovechar el espacio sin recargarlo será la más útil. En estos casos en la pared libre se puede pensar en una barra para desayunos o una mesa de comedor.
Nuestra cocina es un espacio alargado, la solución es la de un solo frente. En estos casos con doble motivo deberemos tender a colores claros. Esto nos ayuda a conseguir la sensación de más amplitud. En todos los casos optar por puertas correderas escamoteables puede ayudarnos a conseguir más pared utilizable.
Amueblando la cocina
Sin duda los muebles de cocina son un aparte casi fundamental en el diseño de cocinas. Pero siempre debemos pensar en que la cocina es una zona de trabajo. Todas las decisiones que tomamos acerca de los muebles deben ser con la mente puesta en su funcionalidad. La tendencia nos lleva a una apuesta minimalista, nada de espacios recargados. Por ello hay que pensar en muebles que aprovechen espacios que pueden parecer perdidos. Por ejemplo módulos de rincón que se extraen. De esta forma aprovechamos rincones de complicado acceso.
Estantes extraíbles en formato de columna, vitrinas acristaladas con la vajilla. Cajones de gran capacidad. Equipar los cajones con separadores y divisores que permiten organizar su interior a nuestra conveniencia. Se tiende a aglutinar tanto el horno como el microondas en una misma columna. Una vez que tenemos claro cómo equipar nuestra cocina para que nos sea útil, debemos pensar en darle nuestro toque personal. Eligiendo los detalles, complementos y accesorios que le darán nuestra impronta.
Los detalles que dan personalidad
En esto es evidente que los gustos de que cada uno serán los que marquen la diferencia. Aún así hay tendencias de las que podemos tomar alguna orientación. Por ejemplo el uso de las velas. Velas que combinen colores con los elegidos en la cocina, dispuestas en lugares que no entorpezcan nuestra labor. Jarrones con flores ya sean naturales o artificiales. Una planta cerca de las entradas de luz. Jugar con las telas de sillas y cortinajes. Por supuesto siguiendo la máxima de no recargar el espacio. En ocasiones no es más que una pincelada que le de originalidad a nuestra estancia.