Nos encontramos en una época de cambios e inestabilidad ante la que resulta difícil (si no imposible) realizar planes a largo plazo. Las familias también se han visto afectadas por esta nueva realidad, obligándolas en determinadas circunstancias a tomar decisiones de forma repentina o a cambiar una idea que ya habían asumido.
El mejor ejemplo de esto lo encontramos en las viviendas. Cuando una pareja o familia compra una casa lo hace, por norma general, basándose en su situación actual. Pero puede resultar que dicha familia crezca inesperadamente o que lo que se había imaginado como un hogar perfecto empiece a presentar carencias, como la falta de espacio. En una vivienda tradicional no tendrían más alternativas que realizar obras o cambiar de domicilio. En cambio, ante este tipo de problemas, las casas modulares presentan soluciones mucho más sencillas.
Uno de los aspectos que hace que las casas modulares gocen cada vez de mayor popularidad es lo sencillo que resulta realizar ampliaciones en las mismas. En contraposición a lo que ocurre con las viviendas tradicionales, los módulos extra de las casas modulares se pueden ir añadiendo fácilmente a medida que las circunstancias lo vayan requiriendo. Así, por ejemplo, una pareja joven podrá adquirir un sencillo apartamento para los primeros años de convivencia y, una vez decidan ser padres, ampliar su vivienda con un dormitorio extra para los niños. Entre los módulos más habituales para casas modulares encontramos garajes, dormitorios, cocinas, trasteros y almacenes.
Además de esto, entre las principales ventajas de las casas modulares también está la movilidad. Transportarlas de un lugar a otro es relativamente fácil, lo que posibilita que familias sin trabajos fijos o que consideren la posibilidad de vivir en distintas ciudades de forma esporádica puedan seguir manteniendo su propiedad. Por otro lado, las casas modulares son mucho más respetuosas con el medio ambiente que las tradicionales y tienen un menor consumo de energía.
Es por estos motivos que las casas modulares o prefabricadas son cada vez más populares y muchas familias recurren a ellas, pues ofrecen una alternativa económica y llena de ventajas. Su construcción no requiere de tanto tiempo ni dinero como las viviendas tradicionales y se ha demostrado que son tan estéticas y resistentes como éstas.
De esta forma las casas modulares se perfilan como una de las opciones que más se adaptan a las diversas realidades familiares, permitiendo jugar con el espacio en función de las circunstancias económicas y de las necesidades del momento.