La última semana del año pasado hablamos del Aparejador. Escribimos sobre qué es un aparejador y sus funciones. Hoy hablamos de otro agente de la edificación, el Arquitecto. Vemos qué hace un Arquitecto y lo que que hace conjuntamente con el Aparejador. Porque en la construcción de tu propia casa el binomio de estos dos profesionales es fundamental. De la labor de equipo de ambos depende en gran medida que las dudas y temores desaparezcan.
Qué es un Arquitecto
Estamos ante el profesional encargado de elaborar los proyectos de edificación. Su labor empieza en el concepto o idea original hasta la entrega de las llaves. En ocasiones puede ocurrir que el Arquitecto que ha desarrollado el proyecto no sea el que lleve a cabo la dirección de obra de Arquitecto. Es algo atípico pero existe la posibilidad de que sea así.
El Arquitecto es el profesional que debe conjugar la belleza del diseño con la solidez constructiva del mismo. Es el responsable de conseguir que algo estéticamente bello se al tiempo eficiente. De él depende la elección de materiales y soluciones constructivas que darán forma a la edificación. Sin lugar a duda son personas de gran creatividad y que a la misma aúnan grandes conocimientos técnicos. No en vano son los autores de los proyectos de ejecución de obra con los que se construyen nuestros edificios.
Arquitecto, dirección de obra
Cuando afrontamos el artículo del Aparejador nos referimos a las funciones que le otorga la LOE. Allí vimos que el Aparejador tiene asignada la misión de Director de Ejecución de Obra. Del mismo modo el Arquitecto tiene reservada la misión de Dirección de Obra. Ya lo sabemos así de primeras y sin tener muchos conocimientos lo cierto es que parece que hablamos de lo mismo. Pero no hay diferencias entre ambos papeles. Papeles que son complementarios entre si, por eso es necesario que Arquitecto y Aparejador funcionen como un equipo durante la ejecución de la obra. No en vano ellos conforman lo que conocemos como Dirección Facultativa. Vamos a ver qué dice la LOE de cada una de sus funciones:
- acerca de la dirección de obra, dice que se trata de la dirección del desarrollo de la obra. En los aspectos técnicos y urbanísticos. Cuidando que esa ejecución sea acorde con el proyecto de ejecución. Al tiempo de cumplir con la subsiguiente licencia de obras concedida por el Ayuntamiento. Y por supuesto con el cumplimiento del contrato firmado con el cliente.
- acerca de la dirección de ejecución de obra, dice que se trata de la ejecución material de la misma. Así como el control de la construcción tanto cuantitativo como cualitativo. Y el control de la calidad de lo ejecutado.
En resumidas cuentas…
Para que entendamos el papel de ambos profesionales, debemos imaginar al Arquitecto en plano superior. Con una visión más amplia de todos los aspectos de la ejecución de la obra. Desde los aspectos estéticos, técnicos, medioambientales o urbanísticos. En el siguiente plano se encuentra el Aparejador que controla el detalle de la obra. El primero tiene una visión amplia de la ejecución, mientras que el segundo chequea que cada asunto concreto se realiza en tiempo y forma.
Arquitecto y Aparejador un binomio necesario
El equipo que conforman Arquitecto y Aparejador durante la ejecución de la obra es fundamental. La Dirección Facultativa es la extensión de los intereses de la propiedad durante la ejecución de la obra. Deben velar porque todo se realice de la forma en que viene recogido en el proyecto de ejecución. Proyecto que a su vez ha sido elaborado por el Arquitecto partiendo de las necesidades de la propiedad. Plasmar ese proyecto en la realidad de la obra es un función primordial. En ese punto el Arquitecto tendrá la visión global de la ejecución mientras el Aparejador estará en el detalle de las actuaciones de obra.
Por lo general el trabajo conjunto de ambos comienza incluso en las labores de gabinete. El desarrollo de los proyectos de ejecución suelen contar con la participación del Aparejador. En la toma de decisiones sobre las diferentes soluciones a cuestiones concretas de la obra. También en la elaboración del presupuesto y mediciones de la obra. Lo cierto es que sus funciones son complementarias y el uno sin el otro no tendrían sentido.