Hoy hablamos de la cédula de habitabilidad. Como es bastante evidente, esta cédula tiene que ver con un concepto ligado a la arquitectura y a la construcción, la habitabilidad. Que a grandes rasgos es la capacidad que tiene una edificación para ser habitada. A esa capacidad se llega cumpliendo una serie de requisitos que dotan a la edificación de condiciones para ser habitada. Construimos edificios con el fin último de que sean habitados. Sería una auténtica contradicción construir para que no se habiten. Más si no se pusieran unas condiciones mínimas para certificar la habitabilidad de las construcciones, casi cualquier cosa nos valdría. De ahí la obligatoriedad de conseguir la cédula de habitabilidad para cada edificación.
Habitabilidad de las viviendas de Modular Home
Modular Home, construye casas prefabricadas de hormigón, para que tú y tu familia las habitéis. Diseñadas bajo las normas y requisitos de habitabilidad. Nuestras viviendas destacan por su confort, y su sostenibilidad. Cumpliendo con unos exigentes criterios de eficiencia energética. Con unos ratios de mantenimiento menores que las edificaciones convencionales. La velocidad de montaje y construcción de nuestras viviendas nos hace estar a años luz de los plazos de la construcción tradicional. Entregamos viviendas en plazos inalcanzables para otros modelos constructivos.
Todo ello sin perder ni un ápice de calidad, al contrario. Los controles de calidad previos al montaje, durante el mismo y una vez finalizado, nos permiten presumir de una calidad sin parangón. Eso es lo que te ofrecemos en Modular Home, todo ello aderezado por el mejor trato y servicio. Esa casa que se encuentra en tu cabeza, puede ver la luz con nuestro trabajo. ¿Quieres dejar de soñarla, para empezar a vivirla? ¿Quieres más información? Contacta con nosotros estamos aquí para ayudarte.
El concepto de habitabilidad
La habitabilidad es la suma de tres conceptos, el espacio físico de lo construido. Las necesidades de las personas que habitan o van a habitar ese espacio. Y las actividades que se han de desarrollar para satisfacer esas necesidades. Así que espacio + necesidades + actividades, conforman un todo que da como resultado el grado de habitabilidad. En nuestro país es el Código Técnico de la Edificación, el que contempla qué deben cumplir los edificios. De los tres conceptos antes reseñados dependerá el grado de satisfacción de los habitantes del espacio. La cantidad de energía que consumirán en el uso del espacio para cubrir sus necesidades, así como los residuos que las actividades generen.
Para evaluar el grado de habitabilidad de una vivienda, debemos estudiar varios aspectos de la misma. La acústica de la vivienda. El confort higrotérmico. Las condiciones de ventilación de la vivienda. El confort espacial de la misma y el confort visual. A la vista de estos aspectos a estudiar, es obvio que lo que se busca es que las viviendas tengan unos mínimos que aseguren la vida en ellas. Unos mínimos con criterios de dignidad y sostenibilidad.
Confort higrotérmico y ventilación
La temperatura y grado de humedad en el interior de la vivienda, es clave para su habitabilidad. La ventilación de los distintos espacios es otra de las preocupaciones. No nos referimos a la acción de abrir ventanas y airear los espacios. La ventilación de las viviendas en la antigüedad estaba asegurada por la inexistente estanqueidad de las ventanas. Por muy cerradas que estuviesen la casa ventilaba por ella sin pretenderlo. En la actualidad, uno de los grandes avances en las carpinterías de exterior es la estanqueidad. Por eso en el diseño de las viviendas se debe tener en cuenta por dónde entrará el aire, y por dónde saldrá. Para que la circulación del mismo por la vivienda dote de una ventilación adecuada.
La acústica de la vivienda
Los ruidos suelen ser un caballo de batalla de las edificaciones. Es necesario detectar la fuente del ruido para tratar de minimizar sus efectos. En las construcciones nuevas, se estudia en función de las instalaciones de la vivienda. El ruido generado por éstas, y la necesidad de aislamiento de cada uno de los elementos separadores. Ya sean tabiques, los forjados, etc. Dependiendo de si separan estancias dentro de un mismo espacio a habitar, o si separan espacios habitables distintos. Las soluciones vienen por el tipo de material a usar en la construcción o la calidad de éstos. No funcionan de la misma forma los materiales arcillosos que el hormigón. No tienen la misma capacidad de absorción acústica, existen siempre técnicas que mejoran las prestaciones de los materiales.
Confort visual y confort espacial
Al hablar de confort visual, nos referimos a la necesidad de una iluminación correcta en las viviendas. El grado de iluminación ha de ser el correcto. La luz natural en los distintos espacios, unos mínimos de superficie de ventana. Dependiendo de la superficie de la estancia así será la necesidad del hueco. También se ha de estudiar que el uso de la luz artificial sea el correcto. Procurando que sea eficiente, con el menor gasto de recursos. Los estudios de iluminación de las estancias son fundamentales para tal fin.
El confort espacial, tiene que ver con las dimensiones del espacio y las estancias. Las alturas libres, los anchos de paso. En la construcción tradicional el confort espacial no ha sido nunca uno de sus puntos fuertes. Por eso adaptar espacios a personas con necesidades especiales de movilidad, suele ser una gesta. Pero es algo intrínseco a nuestra naturaleza, al entrar en una casa con pasillos anchos, lo normal es apenarse por la pérdida de espacio. «En qué estaría pensando el arquitecto». Pues nunca sabremos si pensó en la posibilidad de que algún usuario del espacio viese reducida su movilidad. Para manejarse en silla de ruedas por una vivienda, los anchos de pasillo son fundamentales. Para facilitar la ayuda a las personas dependientes, la amplitud de espacios es una ventaja.
La cédula de habitabilidad
Bien el documento administrativo que ratifica que la vivienda cumple las condiciones básicas de habitabilidad, es la cédula de habitabilidad. En la vivienda siempre estarán permitidos otros usos dentro de la Ley. Por ejemplo despacho profesional. Debemos tener claro que no en todas las Comunidades Autónomas sigue vigente la cédula de habitabilidad, Aragón y Castilla La Mancha derogaron su uso. En la Comunidad Valenciana la cambiaron el nombre, «licencia de segunda ocupación». En este asunto, como en tantos otros estamos ante la tiranía de sistemas distintos dentro de un mismo Estado.
La cédula de habitabilidad suele ser de tres tipos:
- Cédula de habitabilidad de primera ocupación. Esta es la cédula que se emite para las viviendas de nueva ocupación.
- Cédula de habitabilidad de segunda ocupación. Para viviendas de segunda mano o existentes.
- Cédula de habitabilidad de primera ocupación tras rehabilitación. Viviendas de segunda mano o existentes, que son rehabilitadas.
Sin esta cédula de habitabilidad, no se pueden contratar los servicios y suministros por ejemplo. Tampoco se puede alquilar o vender la vivienda.
Qué se consigna en la cédula de habitabilidad
Salvando las diferencias, que pueden existir entre las Comunidades, los datos que se consignan respecto de la vivienda en la cédula de habitabilidad son:
- La dirección completa, y su ubicación.
- La superficie útil.
- Número de estancias y/o espacios que existen.
- El umbral máximo de ocupación.
- Nombre, habilitación y número de colegiado del técnico que ha certificado la habitabilidad.