Hoy hablamos de una parte fundamental en la construcción, la impermeabilización en casas prefabricadas. Las pruebas de estanqueidad como la prueba Blowerdoor son necesarias para llevar un control de calidad adecuado y una buena ejecución de obra pero inevitablemente las humedades y filtraciones son algo común en la construcción tradicional y en la de prefabricados.
Impermeabilización de las cubiertas de casas prefabricadas
Todos los métodos que se usen para impermeabilizar una vivienda tienen el mismo objetivo, evitar que el agua entre en la vivienda. Es de máxima importancia controlar las posibles filtraciones y humedades en el interior de la vivienda y evitar el daño que pueda causar si el agua encuentra una vía de entrada. Cuando la construcción se ejecuta siguiendo unos estándares altos de control de calidad, se consigue una impermeabilización correcta del edificio. Esto nos ahorrará disgustos en el futuro, siempre se pueden corregir o subsanar fallos a posterior, pero deberá realizarse otra prueba y garantizar que la impermeabilización en cubierta esté bien controlada y ejecutada.
La cubierta es la zona de la vivienda que más contacto tiene con el exterior sobre todo por la radiación del sol y la descarga de lluvia, granizo o nieve. No solo se trata de impermeabilizar correctamente, hay que contar con desaguar el agua de lluvia correctamente así como las bajantes de pluviales y canalones de recogida de agua que serán algo fundamental. Si nuestra vivienda está en un pinar rodeado de muchos árboles cerca deberemos prestar especial atención al mantenimiento y limpieza de la cubierta. Acumulaciones de ramas y hojas, pueden hacer que los canalones no realicen bien su trabajo.
Puntos conflictivos en la impermeabilización de cubiertas
La impermeabilización de cubiertas tiene algunos punto conflictivos que hacen más complicada la labor. Los encuentros de los distintos paños, las chimeneas y bajantes, todos estos encuentros deben ser tratados meticulosamente para evitar ningún fallo que estropee el resto del trabajo. El agua de lluvia va a llegar sí o sí a la cubierta, el diseño de la misma debe estar pensado para desalojar todo el agua en el menor tiempo posible. Esto implica que el agua va a correr por la cubierta, cuantos menos obstáculos encuentre mejor, hay que evitar que esos obstáculos, imposibles de eliminar, provoquen una acumulación de agua que no se pueda eliminar de la cubierta.
El diseño de la cubierta implica dotar a su superficie de la pendiente necesaria para que corra el agua. También se calculan los paños en superficies que sean capaces de recoger toda el agua y se pueda desalojar por gravedad de la edificación, evitando que ese agua acumulada en cubierta tenga contacto con los paramentos verticales del edificio. Porque la idea es controlar y eliminar el agua de la cubierta y que no pase allí mucho tiempo, pero sin olvidar que el objetivo principal es mantener el agua fuera del volumen edificatorio.
En suma los trabajos de impermeabilización de cubiertas tienen un objetivo principal, conseguir que el agua de lluvia, granizo o nieve no penetre en la vivienda por su tejado. Hay que tener en cuenta también el diseño de la cubierta que debe cumplir su función y eliminar el agua que se pueda acumular además de evitar que el agua recogida pase a la edificación por los paramentos verticales.
